Del 27 de septiembre al 6 de octubre, tres personas de San Antonio Los Ranchos visitaron su hermanamiento, la Primera Iglesia Luterana de Duluth. Marcela Murcia compartió estas palabras con la congregación de Duluth. Ver más fotos de la delegación.
Démosle gracias a Dios por todos los días, por los tantos beneficios que recibimos de Él, especialmente la solidaridad que nos brindan los hermanos de la iglesia Luterana de Duluth, por permitirnos nosotras venir aquí con los gastos pagados a compartir y conocer experiencias y también a los que compartieron su casa con nosotras.
También darle la gracias a Dios por todos los momentos difíciles que hemos pasado porque al recordarlos vemos la presencia de Dios en cada uno de ellos, cuando nos han abatido los problemas, las enfermedades, la pobreza absoluta, las tentaciones, la guerra que sufrimos, Dios ha estado siempre con nosotros. Al correr el tiempo a lo largo de los años, estos momentos difíciles nos parece que fue un sueño, porque al ver tantos logros alcanzados, podemos decir que con alegría que Dios ha estado grande con nosotros.
En la vida de una persona para que se llame vida tiene que tener muchos ingredientes, pues si no, no se le puede llamar vida. Estos son algunos de los ingredientes: enfermedades, desesperaciones, dudas, cansancio, trabajo, desprecios. En fin, muchas cosas, que a veces pensamos que son negativas, pero tienen que pasar. Pero también pasan muchas cosas bonitas como: salud, trabajo, alimentos, alegría, la familia, amistad, paciencia, fortaleza, cariño, solidaridad y sobre todo mucho amor.
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