Comunicado de la Mesa Multisectorial por la Cultura de Paz y la Maternidad y Paternidad Responsable en el “Día Internacional de la Mujer”
Al reflexionar sobre las condiciones de vida de las niñas, adolescentes y mujeres de nuestras comunidades, deseamos manifestar nuestra profunda preocupación por algunas situaciones sociales que vulneran y ponen en riesgo nuestras vidas y derechos humanos.
La problemática de nosotras las mujeres es realmente alarmante cada vez, se acepta que la fuerza es el recurso último o habitual cuando está interiorizado como parte de la cultura propia y de nuestra forma de hacer para obtener la razón, se continúa construyendo una sociedad violenta y en permanente amenaza.
El Maltrato hacia la niñez. Aunque existe leyes y las personas están empezando a aceptar su responsabilidad para denunciar el maltrato físico, psicológico, sexual, aún existen muchos casos que permanecen como un secreto que todos conocen pero nadie se atreve a hablar.
Madres adolescentes. En Tierra Nueva cada día nos enteramos de jovencitas embarazadas, la indiferencia o naturalización del hecho, e indiferencia de las familias e instituciones gubernamentales y no gubernamentales. Las acciones se han reducido a aceptar la situación, pretendiendo que ellas naturalmente deberán madurar y aprender a asumir la responsabilidad. Otras veces obligadas también a asumir responsabilidad como esposas y amas de casa. Sus oportunidades de desarrollo integral y derechos a la salud y educación queda en el olvido. Los adolescentes madres y padres, necesitan el apoyo integral y el acompañamiento familiar para garantizar el bienestar de sus familias. Apoyamos la propuesta de Ley del observatorio de Salud Reproductiva de prohibir que los adolescentes se casen, ya que el matrimonio debe ser una decisión consciente y madura cuyo principal objetivo sea generar el bienestar familiar y no una obligación para enmendar errores.
Las mujeres adultas, continúan enfrentando situaciones de violencia en todas sus manifestaciones, dentro del hogar, en las comunidades y en la sociedad.
La impunidad ante los crímenes, violaciones a los derechos humanos y la lentitud de los procesos legales de las autoridades justicia son una burla ante las bien intencionadas leyes a favor de las mujeres.
La igualdad y equidad de derechos entre hombres y mujeres, sigue siendo un reto y hace falta accionar a través de las organizaciones civiles para empoderamiento comunitario.
En lo laboral, enfrentamos la discriminación y rechazo a mujeres mayores, madres solteras. La aceptación de mujeres jóvenes también está condicionada a ciertas normas que violentan sus hábitos personales, maquillaje exagerado, vestuario ajustado o escotado o no adecuado al clima, son situaciones que deben aceptar muchas mujeres. Otra situación es, los horarios de trabajo y los salarios. La violación a sus derechos a la salud, especialmente durante el embarazo o el condicionamiento que no deben embarazarse. Existe también el rechazo o discriminación debidos a su condición física que las obliga a mantenerse delgadas y jóvenes. Promoviendo cultura machista y sexista, usándolas como gancho de atracción comercial.
En cuanto a la niñez trabajadora. Continuamos viendo en las esquinas a niñas vendedoras ambulantes en las calles, o victimas del comercio sexual, bajo la indiferencia del Estado garante de los derechos y protección.
Las mujeres adultas mayores.
Avanzan los años en la vida de las mujeres, que han dedicado su vida a sus hijos esposo y también nietos, en muchos casos de nuestras comunidades después que crecen los hijos, fallece el esposo estas mujeres se encuentran solas, y no solo esto, con ello el incremento de la discriminación y marginación social. Falta de vivienda, abandono o desvalorización familiar. La pobreza extrema que les obliga a someterse a trabajos forzados sin remuneración o a cuidar y servir como empleada doméstica.
Otro ejemplo de inequidad, son las mujeres que por sufrir una discapacidad mental o física, es violentada en sus derechos a la salud, a la familia. Tenemos el caso de la mujer que actualmente vive en la calle, atrás del polideportivo, aquí en nuestra comunidad Enfrentando una vida de desvalorización, marginación, abandono. El gobierno no hace su labor de protección y vigilante de los derechos humanos especiales de estas personas.
- Es tiempo de empoderarse, de cambiar. De levantarse y alzar la voz.
- Las mujeres somos fuertes en voluntad, en actos, en sentimientos, en razón.
- No fuertes como una roca, sino como la leona, cuidando y amamantando a sus cachorros.
- La mujeres somos seres humanos capaces de pensar con el corazón, actuar con la razón y vencer por el amor.
- Las mujeres somos y seguiremos empeñadas en luchar porque nos reconozcan como seres humanos en igualdad de derechos.
- Las mujeres seguiremos luchando por contribuir a esta sociedad fomentando la equidad y los valores humanos fundamentales.
- Las mujeres somos seres dignos e importantes en nuestra sociedad y ante cualquier labor que deseemos desempeñar.
NO A LA VIOLENCIA, LA DISCRIMINACIÓN, LA IMPUNIDAD.
SI A LA VIDA CON RESPETO Y DIGNIDAD
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